Imagina que tu idioma, con más de mil años de historia, es tratado como un obstáculo. Imagina que tus hijos son enviados a internados para olvidar sus raíces y que tus monasterios son vigilados con tecnología de reconocimiento facial.

Esta no es una distopía. Es el panorama que denuncia Penpa Tsering, el Sikyong (Presidente) de la Administración Central Tibetana (CTA), en una entrevista crucial sobre el futuro de su pueblo.

Pero, ¿quién es él y qué es la CTA? Tras la invasión china del Tíbet en la década de 1950 y la forzada huida del Dalai Lama en 1959, se formó un gobierno democrático en el exilio para preservar su identidad y administrar a la diáspora. En 2011, el Dalai Lama renunció a su poder político, y ahora el Sikyong es el líder político democráticamente electo por los tibetanos en el mundo. La lucha de Penpa Tsering no es por un cargo; es por la supervivencia cultural.

El asedio: Un “genocidio cultural” sistemático

El Sikyong no habla en abstracto. Su lucha es contra lo que describe como “políticas asimilacionistas” diseñadas para disolver la identidad tibetana.

Esta política se materializa en acciones denunciadas por expertos de la ONU y grupos de derechos humanos:

  1. Internados forzosos: Se estima que cerca de un millón de niños tibetanos han sido separados de sus familias y obligados a asistir a internados residenciales. El objetivo es claro: desarraigarlos de su lengua materna, su religión y su cultura, e imponerles una identidad china estandarizada.
  2. Control religioso extremo: La religión, pilar de la vida tibetana, es tratada como una amenaza. Tsering describe cómo los monasterios que quedan en el Tíbet están bajo un control asfixiante, con límites estrictos en el número de monjes y el uso de vigilancia masiva (IA, escaneo de iris) para monitorear cada movimiento.
  3. La erosión del idioma: El idioma tibetano, que alberga un vasto canon de sabiduría budista único en el mundo, está siendo sistemáticamente marginado de la educación y la administración, rompiendo la transmisión generacional.

La propuesta: El “camino medio”

En la entrevista, el Sikyong Tsering desmantela la principal narrativa que China usa en su contra: la de ser “separatistas”.

La política oficial del gobierno tibetano en el exilio, impulsada por el Dalai Lama, es la “Política del Camino Medio” (Middle Way Policy). Lo que piden no es la independencia total de China. Lo que exigen es una “autonomía genuina” dentro de la constitución china, que les permita gestionar sus propios asuntos culturales, religiosos y educativos.

Buscan, en esencia, que se les permita ser tibetanos en su propia tierra. La respuesta de Beijing, hasta ahora, ha sido intensificar la asimilación.

La entrevista completa es un testimonio profundo y directo sobre la dificultad del diálogo, la resiliencia de una cultura de paz y la urgencia de que el mundo preste atención antes de que la identidad tibetana se disuelva por la fuerza.

Ve la entrevista completa en YouTube: [http://www.youtube.com/watch?v=EHd_ro2bLS4]

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